¿Alguna vez has notado cómo ciertos destinos parecen explotar en popularidad de la noche a la mañana? Ya sea la aurora boreal en Islandia o las olas bioluminiscentes en Puerto Rico, los fenómenos naturales se están convirtiendo en el imán perfecto para viajar.
No sorprende que el grupo Expedia haya acuñado el término «turismo fenoménico», que refleja una tendencia creciente entre los viajeros que buscan experiencias únicas e impresionantes que los conecten con el mundo natural.
Para los especialistas en marketing de destinos, esta tendencia es una oportunidad de oro, pero también es un desafío. ¿Cómo puedes captar la imaginación de los viajeros y hacer que tu destino destaque, especialmente si tu ubicación no alberga un espectáculo de fama mundial?
Este artículo explorará exactamente qué significa «turismo de fenómenos» y por qué está experimentando un crecimiento tan explosivo. Descubrirás estrategias prácticas para alinear tus esfuerzos de marketing con esta tendencia y aprenderás de ejemplos reales que demuestran su poder para transformar las campañas turísticas.
A lo largo del camino, abordaremos los desafíos más comunes, desde competir en un mercado abarrotado hasta aprovechar al máximo los recursos limitados, asegurándonos de que esté preparado para abrazar este movimiento y obtener resultados reales.
Comprender el «turismo de fenómenos»

El «turismo de fenómenos» gira en torno a los viajeros que buscan destinos que ofrezcan experiencias extraordinarias, a menudo fugaces, vinculadas a fenómenos naturales o culturales. Estos eventos crean una sensación de asombro y exclusividad, y atraen a los visitantes deseosos de presenciar algo inolvidable.
El agencia de viajes online Vrbo compartió su «lista de fenómenos» de destinos que los viajeros deberían visitar:
- Parque Internacional de Cielo Oscuro — Parque Nacional Arches, Utah
- Temporada sincrónica de luciérnagas: Grandes Montañas Humeantes, Gatlinburg, Tennessee
- «Desfile de pingüinos» — Phillip Island, cerca de Melbourne, Australia
- Plancton bioluminiscente — Vero Beach, Florida
- La migración de los estorninos del «Sol Negro» — Parque Nacional del Mar de Frisia, Dinamarca
- Ballet de grullas japonesas — Hokkaido, Japón
- Las mareas más altas del mundo, camina por el fondo del océano — Bahía de Fundy, Canadá
- Murmuraciones de estorninos — Somerset, Reino Unido
- Volcanes, campos de lava y playas de arena negra: Reikiavik, Islandia
- Aurora boreal — región de Laponia, Finlandia
Esta tendencia no se limita a los fenómenos naturales poco frecuentes. También incluye eventos culturales o espectáculos anuales, como la estación de los cerezos en flor en Japón o los festivales de faroles del sudeste asiático.
Lo que une estas experiencias es su naturaleza efímera. Los viajeros se dejan llevar por una mentalidad de «ahora o nunca», lo que hace que estos fenómenos sean muy atractivos.
El enfoque de Expedia en esta tendencia pone de manifiesto un cambio significativo en el comportamiento de los viajeros. Los turistas modernos no solo buscan destinos, sino que buscan momentos personales y transformadores. Quieren volver a casa con una historia que pocos pueden contar, y el turismo de fenómenos ofrece esa historia con creces.
Como comercializador de destinos, entender este cambio es crucial. No se trata solo de promocionar un lugar, sino de crear la historia que ofrece tu destino, vinculada a estas experiencias únicas.
¿Por qué está en auge el «turismo de fenómenos»?

El auge del «turismo de fenómenos» no es casual. Varios factores clave están convergiendo para hacer de esta tendencia uno de los cambios más significativos en el comportamiento de los viajes de los últimos años.
En primer lugar, las redes sociales desempeñan un papel fundamental. Plataformas como Instagram y TikTok prosperan con momentos visualmente impactantes y que se pueden compartir, y los fenómenos naturales proporcionan exactamente eso. Los viajeros no solo buscan experiencias únicas para sí mismos, sino que también buscan crear una narrativa para su audiencia.
Ver a un amigo publicar sobre nadar en aguas bioluminiscentes o hacer senderismo para presenciar un eclipse solar total despierta una sensación de FOMO (miedo a perderse algo), lo que impulsa a otros a buscar experiencias similares.
En segundo lugar, la pandemia modificó la forma en que las personas viajan. Tras largos períodos de restricciones, los viajeros ahora dan prioridad a los viajes memorables y significativos por encima de las escapadas rutinarias. Muchos se sienten atraídos por las experiencias que les brindan una sensación de conexión con la naturaleza, asombro o incluso la espiritualidad, cualidades que los fenómenos naturales encarnan a la perfección.
Además, la sostenibilidad y el creciente enfoque en los viajes respetuosos con el medio ambiente están influyendo en las decisiones. Muchos fenómenos turísticos se alinean naturalmente con estos valores. Destinos como Islandia o Costa Rica hacen hincapié en sus entornos prístinos y sus prácticas de ecoturismo, lo que añade otro atractivo para los viajeros modernos que buscan formas responsables de explorar.
Por último, los avances tecnológicos han hecho que estas experiencias sean más accesibles. Desde aplicaciones que predicen el mejor momento para ver la aurora boreal hasta previsualizaciones de fenómenos en realidad virtual, la tecnología ayuda a los viajeros a sentirse más seguros de su viaje y reduce el riesgo percibido de perseguir eventos efímeros.
Este creciente interés no es una moda pasajera, sino un reflejo de cambios más amplios en la forma en que las personas abordan los viajes. Como especialistas en marketing de destinos, la oportunidad reside en comprender estas motivaciones y utilizarlas para crear campañas que tengan un gran impacto entre los viajeros de hoy en día.
Cómo los especialistas en marketing de destinos pueden capitalizar la tendencia

Aprovechar la tendencia del «turismo de fenómenos» requiere más que simplemente identificar un evento o característica de su destino: se trata de crear una narrativa convincente que responda a los deseos de los viajeros de hoy.
Así es como los profesionales del marketing de destinos turísticos pueden aprovechar este movimiento de manera eficaz para aumentar la participación y generar resultados.
El primer paso es cuentacuentos. Los viajeros se sienten atraídos por los fenómenos por las emociones que evocan: asombro, asombro y sensación de descubrimiento. Posicione su destino como la puerta de entrada a una experiencia extraordinaria.
Por ejemplo, en lugar de simplemente anunciar una lluvia de meteoritos visible en tu región, pinta una imagen de una noche serena bajo las estrellas, completa con la tradición local, guías expertos y puntos panorámicos únicos. Las historias crean conexiones emocionales, que son mucho más memorables que los hechos por sí solos.
A continuación, utilice tecnología para mejorar el atractivo. Aproveche las aplicaciones, los sitios web interactivos o incluso las vistas previas de AR/VR para ayudar a los viajeros a imaginarse a sí mismos en el momento. Por ejemplo, una aplicación de realidad aumentada que muestre cómo se verá el cielo durante un eclipse solar puede generar emoción e impulsar las reservas anticipadas.
Colaborando contar con personas influyentes que se especializan en capturar experiencias de viaje únicas también puede amplificar tu alcance. Su contenido auténtico suele tener una repercusión más profunda que la de los anuncios tradicionales.
Sastrería adaptar su contenido a la urgencia es otra estrategia fundamental. Fenómenos El turismo se nutre del miedo a perderse algo. Usa cuentas regresivas, ofertas por tiempo limitado o frases como «oportunidad única en la vida» para resaltar la naturaleza efímera de la experiencia.
Campañas de temporada son especialmente eficaces: vincula tus esfuerzos de marketing al marco temporal específico en el que se produce el fenómeno, y crear itinerarios alrededor de él para facilitar la planificación a los viajeros.
Por último, asociaciones con las empresas locales puede crear valor añadido. Colabore con hoteles, operadores turísticos y artesanos locales para crear paquetes completos que mejoren la experiencia de los visitantes. Por ejemplo, ofrece un recorrido para observar las estrellas con pernoctaciones en un albergue ecológico boutique y una guía sobre los mejores alimentos locales de la región.
Esto no solo aumenta el potencial de ingresos, sino que también garantiza que los visitantes tengan una experiencia perfecta e inolvidable que les entusiasmará mucho después de su viaje.
Al centrarse en la narración de historias, aprovechar la tecnología, crear urgencia y colaborar a nivel local, los especialistas en marketing de destinos pueden transformar los fenómenos efímeros en campañas poderosas y orientadas a los resultados.
Casos prácticos y ejemplos de fenómenos: turismo en acción

El verdadero poder del turismo de fenómenos se ilustra mejor a través de ejemplos del mundo real. Estos casos ponen de relieve cómo los destinos han aprovechado con éxito eventos únicos o espectáculos naturales para atraer a los viajeros e impulsar los resultados.
Islandia

Una historia de éxito destacada es la comercialización de la aurora boreal por parte de Islandia. Si bien la aurora boreal no es exclusiva de Islandia, el país se ha posicionado como destino final para disfrutar de esta maravilla natural.
A través de imágenes impresionantes, aplicaciones predictivas y paquetes que combinan recorridos por la aurora boreal con spas geotérmicos y gastronomía local, Islandia ha creado un ecosistema en torno a este fenómeno. Este enfoque no solo promociona las luces, sino que mejora toda la experiencia del viajero y garantiza que se vaya con recuerdos e historias inolvidables.
Estados Unidos

En los Estados Unidos, el eclipse solar de 2017 ofreció un ejemplo perfecto de cómo los eventos efímeros pueden impulsar el turismo. Las ciudades y pueblos que se encuentran a lo largo del «camino de la totalidad» invirtieron en campañas que destacaran sus principales lugares de visualización.
Se organizaron festivales, paquetes especiales de alojamiento y eventos educativos, transformando las pequeñas ciudades en grandes atracciones. El resultado fue un importante impulso económico, con hoteles llenos y negocios locales prósperos.
Japón

Otro ejemplo proviene de la temporada de los cerezos en flor en Japón. Si bien las flores en sí mismas son naturales, la temporada se ha convertido en una experiencia meticulosamente elaborada, que combina eventos culturales como ceremonias del té, festivales gastronómicos y actuaciones artísticas.
La expectativa aumenta gracias a las previsiones que registran los tiempos exactos de floración, y los visitantes cuentan con itinerarios que les permiten aprovechar al máximo esta belleza fugaz.
África Oriental

La Gran Migración en África Oriental es otro ejemplo notable. Cada año, millones de ñus, cebras y gacelas cruzan los ecosistemas del Serengeti y Masai Mara en un viaje dramático y peligroso.
Tanzania y Kenia han promocionado con éxito este evento a través de safaris, alojamientos de lujo y experiencias guiadas que permiten a los visitantes presenciar el espectáculo de cerca. Más allá de la migración en sí, los visitantes pueden disfrutar de encuentros con la icónica vida silvestre de África, lo que crea una experiencia holística e inolvidable.
Australia

El festival Vivid Sydney de Australia demuestra cómo el turismo de fenómenos puede extenderse más allá de los eventos naturales y convertirse en fenómenos creativos y culturales. Esta celebración anual de la luz, la música y las ideas transforma los lugares emblemáticos de la ciudad, como la Ópera de Sídney, en obras de arte iluminadas. La combinación de impresionantes imágenes, actuaciones en vivo e instalaciones interactivas atrae a los turistas durante una estación tradicionalmente más tranquila, lo que impulsa la economía local.
Finlandia

En Finlandia, el sol de medianoche ofrece otro ejemplo convincente. Durante los meses de verano, el sol nunca se pone en algunas partes del Círculo Polar Ártico, lo que crea una experiencia única para los visitantes.
Finlandia ha capitalizado este fenómeno natural ofreciendo actividades nocturnas como paseos en kayak a medianoche, caminatas bajo el cielo iluminado por el sol y eventos culturales inmersivos, como sesiones de narración de cuentos en sami. Estas actividades destacan la riqueza cultural y natural de la región y, al mismo tiempo, están dirigidas a los viajeros que buscan aventuras únicas.
Ciudad de Nueva York

Más cerca de los entornos urbanos, el «Manhattanhenge» de la ciudad de Nueva York se ha convertido en un fenómeno célebre. Este evento bianual, en el que la puesta de sol se alinea perfectamente con la cuadrícula de calles de este a oeste de la ciudad, crea oportunidades impresionantes para tomar fotografías.
Las empresas locales han acogido el evento organizando visitas a azoteas, talleres de fotografía y experiencias gastronómicas temáticas, lo que lo convierte en un momento exclusivo tanto para los lugareños como para los turistas.
Estos ejemplos muestran cómo los destinos pueden aprovechar tanto fenómenos grandiosos como sutiles y crear campañas de varios niveles que amplifiquen su atractivo. Ya sea mediante la narración de historias, las asociaciones o la tecnología, la clave es ofrecer a los viajeros una experiencia que no olvidarán y que no podrán encontrar en ningún otro lugar.
Abordar los desafíos comunes del turismo de fenómenos

Si bien las oportunidades que ofrece el turismo de fenómenos son inmensas, existen desafíos que los especialistas en marketing de destinos deben afrontar para aprovechar al máximo esta tendencia. Estas son algunas preocupaciones comunes y soluciones prácticas para abordarlas.
Desafío 1: «No tenemos un fenómeno»

No todos los destinos tienen fenómenos famosos en todo el mundo, como la aurora boreal o los cerezos en flor, pero eso no significa que estés fuera de la carrera. Empieza por identificar las características locales que puedan cautivar a los visitantes.
Las migraciones estacionales de la vida silvestre, los patrones climáticos únicos o las tradiciones culturales vinculadas al calendario pueden convertirse en atractivos atractivos. Por ejemplo, las ciudades pequeñas pueden promocionar las lluvias de meteoritos o el vibrante follaje otoñal como experiencias inmersivas. No siempre se trata de lo que tenga tu destino, sino de la creatividad con la que lo encuadres.
Desafío 2: Restricciones presupuestarias

Las imágenes de alta calidad, las aplicaciones predictivas y las campañas de marketing pueden parecer caras, especialmente para los destinos más pequeños. Sin embargo, las colaboraciones pueden ayudar a reducir los costos. Asóciese con empresas locales, juntas de turismo y personas influyentes para compartir los gastos y, al mismo tiempo, ampliar su alcance.
El contenido generado por los usuarios es otra herramienta potente y económica. Anima a los visitantes a compartir sus experiencias en las redes sociales, mostrando tu destino de forma auténtica sin la necesidad de disponer de un gran presupuesto.
Desafío 3: La naturaleza efímera de los fenómenos

Los fenómenos, por definición, son sensibles al tiempo y crean desafíos logísticos y de urgencia. Si bien esta urgencia genera interés, también puede presionar a los especialistas en marketing para que rindan en un plazo limitado. Prepárate con antelación creando materiales de marketing reutilizables para eventos de temporada o anuales.
Destaque las atracciones secundarias para mantener a los visitantes interesados durante más tiempo, incluso si el fenómeno termina o las condiciones climáticas interrumpen los planes. Por ejemplo, una región conocida por su follaje otoñal puede promover festivales locales de cosecha o recorridos panorámicos como experiencias complementarias.
Desafío 4: Sobreturismo e impacto ambiental

Fenómenos: el turismo puede atraer a grandes multitudes, a veces abrumando la infraestructura local o dañando ecosistemas delicados. Para gestionar esto, integre prácticas sostenibles en su estrategia.
Educar a los viajeros sobre un comportamiento responsable, limitar el número de visitantes si es necesario y promover tiempos de viaje fuera de las horas punta. Ofrecer visitas guiadas o destacar lugares de observación menos conocidos puede ayudar a distribuir a los visitantes y garantizar una experiencia positiva, al tiempo que preserva el medio ambiente.
Al abordar estos desafíos de manera frontal, los especialistas en marketing de destinos pueden crear campañas que no solo sean impactantes sino también sostenibles, creando un valor duradero tanto para sus comunidades como para los viajeros que atraen.
Conclusión
El turismo de fenómenos es más que una tendencia pasajera: es una forma poderosa de captar la imaginación de los viajeros de hoy, que anhelan experiencias únicas e impresionantes. Al comprender las motivaciones detrás de este movimiento, los especialistas en marketing de destinos pueden alinear sus estrategias para aprovechar su potencial.
Ya sea que destaques maravillas naturales, tradiciones culturales o eventos de temporada, la clave está en contar historias, crear urgencia y aprovechar la tecnología para mejorar la experiencia del viajero. Incluso los destinos sin fenómenos icónicos pueden hacerse un hueco al encuadrar de forma creativa las características locales y crear narrativas memorables.
Al mismo tiempo, abordar desafíos como las restricciones presupuestarias, la falta de tiempo y el impacto ambiental garantiza que sus esfuerzos sean impactantes y sostenibles. Al centrarse en la colaboración, la planificación y turismo responsable prácticas, puede convertir momentos efímeros en historias de éxito duraderas para su destino.
Ahora es el momento de adoptar esta tendencia.
Ya sea que comience con algo pequeño o vaya a lo grande, el turismo de fenómenos ofrece infinitas oportunidades para atraer a los viajeros, aumentar el compromiso y crear recuerdos inolvidables.
La pregunta es: ¿qué fenómeno destacará a continuación?